domingo, 31 de agosto de 2008

Recta final

Hoy domingo enfilamos la recta final de la Expo con muy buen sabor de boca. Los que se hallan acercado esta última semana habrán sufrido además del calor los agobios de la enorme cantidad de visitantes que apura hasta el final sus vacaciones y los pases de tres días antes de que caduquen (no todos claro). La mayor parte de escenarios han notado ese incremento de gente, especialmente el Anfiteatro donde el miércoles y ayer sábado se registraron llenos absolutos y las consiguientes quejas de quienes no pudieron entrar dentro. Me alegra sobremanera que incluso propuestas poco conocidas e incluso raras registren muchísimos público (ejemplos como el de Toumani Diabaté, Stray Cats, los tambores japoneses, los derviches de Damasco, Salif Keita...) aunque la asignatura pendiente, al menos por lo cerca que me toca, ha seguido estando en el Balcón de las Músicas.

Pueden influir montones de aspectos (zona de paso, zona alejada del paso, solape de actividades, desconocimiento, poca curiosidad...) pero de todos los Balcones creo que ha sido el que menos público ha registrado y eso me da pena porque la propuesta era muy interesante casi todas las jornadas. Quitando casos muy muy puntuales (me vienen a la memoria Patti Levette, Tunng, Dr. Feelgood, Juanjo Javierre, Caribou y pocos más) casi todos los conciertos que por allí han pasado (cerca de los 300) han registrado media o escasa afluencia, a primeras horas (19:00 y 21:00) algún curioso o despistado que se quedaba o a la segunda canción que oía se iba y a última (la fatídica y criticada hora de las 0:30) muchos menos. Podría nombrar muchas actuaciones a esa hora en la que se podía contar el número de personas allí reunidas pero sirva como ejemplo alguno de los que por allí han estado esta semana: 17 Hippies (regular), Kettel (en caida progresiva), The Konki Duet (muy muy bajo, hasta fue triste que nadie le cantara el cumpleaños feliz a la francesa), Le Peuple de L'Herbe (mejorable) y Midaircondo (los suficientes para hacer bulto pero una minucia comparada con las 120.000 personas que pasaron ayer por allí). Hoy que es el caso de Alva Noto la cosa aún puede ponerse peor (cruzaremos los dedos).

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