Se va un grande

La tarde de ayer se volvió a teñir de negro con la inesperada muerte por causas naturales de una de las mejores voces del soul norteamericano, Issaac Hayes. Tenía 65 años y su salud no era muy buena, se le veía quizás algo agotado y apenas aperecia en público. El legado que nos deja es inmenso, desde esa mítica canción que daba nombre al policia negro más duro, "Shaft", hasta algunos discos imprescindibles como "Hot buttered soul" (donde se incluía esa magnífica "Walk on by" de Burt Bacharach), "Joy" o "The Issaac Hayes Movement". Si hasta podíamos escuchar esa voz tan grave y cavernosa como acogedora y cercana en boca de Chef en la serie animada de South Park. El año pasado actuó en el Festival de Jazz de San Sebastian y estuve a un tris de ir a verlo al teatro Victoria Eugenia pero al final no me fue posible. Ahora me arrepiento más que nunca. Aunque aquel concierto no tuvo nada de especial ni fue de los mejores del festival es el último que ha dado en España. La voz de Issaac, con la de Marvin, Barry, Otis y otros formará ahora parte del mejor coro de ángeles posible.